Los primeros trabajan aprendizaje inductivo de descripciones simbólicas, mientras que los segundos se centran en los métodos de reconocimiento de patrones o en la estadística. En los últimos años, el uso del aprendizaje máquina se ha extendido con rapidez [38], se ven aplicaciones en dominios como detección de fraudes, sistemas de recomendación [39], detección de spam [40], predicciones financieras [41], comercio y mercadeo [42], [43], entre otros. En la exploración se encontró que el termino Big Data ha tenido gran acogida en la comunidad, representado esto en el surgimiento de tecnologías, técnicas y enfoques.Sin embargo, se presenta aún una marcada tendencia hacia los aportes de tipo conceptual, son pocos los resultados y hallazgos que permitan realmente vislumbrar de forma tangible sus beneficios frente a otras tendencias o tecnologías tradicionales. Los trabajos se concentran, en su gran mayoría, en asociar Big Data a grandes volúmenes de datos o a la distribución de procesamiento.
El uso de grandes cantidades de datos es mucho más que una herramienta útil para la toma de decisiones, pues considera que el contar con esa metodología y esas técnicas de investigación del análisis de datos proporciona una visión única, dependiendo del contexto en el que se lleve a cabo, como en la política, la ciencia o los negocios. No obstante, la cuestión es que en esta cadena de suministro de datos existen diversos participantes, que van desde las personas que proporcionan la información, las autoridades o las empresas que recolectan los datos, hasta las personas que van a diseñar los algoritmos para que el cúmulo de información prevea un significado; es decir, que se interpreten los datos (Nersessain, 2018, p. 849). Es necesario entender y dimensionar el hecho de que la técnica de análisis de grandes cúmulos de datos no solo afecta la privacidad de los individuos, sino que también hay otros derechos humanos que pueden verse afectados con un manejo irresponsable de esta información. Los análisis de big data son una herramienta que puede servir para impulsar la promoción y protección de los derechos humanos, como lo manifiestan las Naciones Unidas a través de su estudio Macrodatos para el desarrollo sostenible (ONU, s/f), pero que también puede ser utilizada para vulnerar esos mismos derechos, por lo que debe ser regulada de manera puntual.
Internet das coisas
El análisis de grandes cúmulos de datos incluye la aplicación de un análisis veloz y sofisticado en donde la información de individuos y de grupos humanos es obtenida de diversas fuentes. Para ello, se utilizan herramientas como la inteligencia artificial con el objetivo de procesar bootcamp de programación y analizar los datos obtenidos para predecir y anticipar los eventos futuros de esa manera (Paterson & Maeve, 2018, p. 3). Cabe señalar que Joyanes expone que el uso del concepto de big data se remonta al año 1984 en el ámbito académico y a 1987 fuera de este (2013, p. 3).
Las Naciones Unidas ya ha considerado los macrodatos para contribuir al desarrollo sostenible a través de su proyecto «Construyendo nuestro futuro juntos», en el cual contempla el uso de los macrodatos para el desarrollo sostenible. En cuanto a técnicas de Big Data, se dará una breve introducción, cabe aclarar que existen diferentes clasificaciones y que muchas de estas técnicas se aplican tanto en soluciones Big Data como en otros enfoques. En [34] se presenta una clasificación de las técnicas de Big data en técnicas estadísticas, métodos de optimización, minería de datos, técnicas de machine learning (aprendizaje máquina), técnicas de clasificación y Clustering y técnicas de análisis y regresión. Para efectos de este documento se describen, sin entrar en detalle, la minería de datos, el aprendizaje máquina, el reconocimiento de patrones, los algoritmos genéticos y las reglas de asociación.
Palabras clave
Es aquí, justamente, donde las técnicas de aprendizaje autónomo e inteligencia artificial que permiten que las máquinas logren decidir con base a un código de programación puede representar un riesgo para los derechos humanos (Ureña, 2019, p. 104), pues este tipo de información, puesta en manos de dictadores o potenciales terroristas, puede representar un gran riesgo para las sociedades (Alfaro et al., 2012, p. 111). Existen aportes de autores como Ureña (2019, p. 100) y Sarfaty (2018, p. 76), quienes opinan que las técnicas de análisis de big data pueden ser utilizadas de manera que ayuden a prevenir las posibles violaciones a los derechos humanos. Gracias a la posibilidad de obtener grandes volúmenes de datos es factible hacer mediciones, predicciones y, con base en ello, realizar la toma de decisiones sobre distintos asuntos https://zacatecasonline.com.mx/tendencias/86286-bootcamp-programas-tripleten de una manera más informada. Ambos autores consideran que el big data puede ser una herramienta de gran utilidad para los derechos humanos; sin embargo, también dejan ver los posibles riesgos que pueden generarse por una mala programación o utilización de la información que se genera a través de estos análisis de datos. Cabe señalar que el Big Data se caracteriza por tres adjetivos propios para el desarrollo de un proyecto de investigación, que son “Volumen”, “Variedad” y “Velocidad”, conocidos como las 3 V del Big Data; otros autores (Ishwarappa y Anuradha, 2015) adicionan la “Veracidad” y “Valor”. El volumen en el campo del Big Data demanda grandes recursos de procesamiento y almacenamiento de información, que están representados en la “Variedad” de los datos, que pueden ser de tipo estructurados y no estructurados.
- Cabe señalar que el Big Data se caracteriza por tres adjetivos propios para el desarrollo de un proyecto de investigación, que son “Volumen”, “Variedad” y “Velocidad”, conocidos como las 3 V del Big Data; otros autores (Ishwarappa y Anuradha, 2015) adicionan la “Veracidad” y “Valor”.
- Con el uso de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial y el Big Data se espera estar mejor preparados para una próxima pandemia, incluso prevenirla.
- Las tecnologías asociadas al enfoque de Big Data ya han comenzado a tomar madurez y se vislumbran grandes oportunidades y retos en su utilización, optimización y adaptación a diferentes dominios de datos.
Y es justamente en el campo de los derechos humanos donde comienza a notarse con mayor fuerza la aparición de mecanismos e instituciones jurídicas globales. A través de las organizaciones internacionales, de los tratados y otras formas de interrelación y cooperación internacional, se ha formado un subsistema jurídico-institucional, que regula cibernéticamente el sistema social constituido por esta comunidad internacional (2006, p. 332). Al utilizar estos dispositivos, que forman parte de la Internet de las Cosas (IoT) (entendiendo por esta a la interconexión de los objetos cotidianos que están dotados de una inteligencia ubicua, generalmente por medio de la red) (Xia et al., 2012, p. 1101), los individuos ayudamos al incremento de la generación de datos que se pueden utilizar en los análisis de big data. Por ejemplo, utilizar aplicaciones como Google Glass, Epson Moverio, Pebble y Fitbit (Wei, 2014, p. 53), que monitorean las actividades de sus usuarios, hace posible reconstruir el mundo alrededor de ellos por medio de coordenadas de localización, velocidad de movimiento y dirección, así como gracias a las fotos de alta resolución y, en algunos casos, hasta la captura de sonido (Paterson & Maeve, 2018, p. 4). Aunque no existe una definición formal del término, su uso se refiere a grandes cantidades de datos o información digital que requiere equipos de cómputo de alto rendimiento y programas o técnicas de análisis especializadas para su procesamiento e interpretación. Su gran atractivo es que permite obtener relaciones, patrones y resultados, que no son accesibles mediante otras metodologías (Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión, 2018, p. 1).
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